Es la articulación que une la pierna al tronco. Más concretamente, une la parte superior del fémur con la pelvis.
La cabeza femoral se mueve dentro la pelvis y ello nos permite andar y desplazarnos. Tanto la cabeza femoral como el acetábulo están recubiertos de cartílago, que facilita el deslizamiento de ambas estructuras sin que se produzca dolor. Además, todo el complejo se rodea de ligamentos y tejido fibroso que forman la cápsula articular. La cápsula (junto con la musculatura) ayuda a estabilizar la cadera y está rellena de líquido sinovial, que actúa como lubricante.

¿Qué es una prótesis de cadera?

Una prótesis de cadera es un dispositivo artificial que reemplaza a nuestra cadera natural cuando ésta presenta daños.

¿Cómo se fija la prótesis al hueso?

Algunas prótesis de cadera tienen elementos que la sujetan al hueso (vástago y cotilo) y otras que permiten el movimiento articular (cabeza femoral e inserto acetabular).

Hay dos modos de anclar la prótesis al hueso:

  • Fijación cementada: Se utiliza cemento óseo alrededor de la prótesis que, al fraguar, sujeta el implante al hueso.
    Tiene la ventaja de proporcionar una sujeción inmediata que permite movilizar al paciente tan pronto como éste lo tolere, independientemente de su calidad ósea. Suele utilizarse en pacientes con osteoporosis severa y es habitual su uso en el tratamiento de fracturas.
  • Fijación no cementada: Las superficies de la prótesis se recubren de materiales porosos que imitan la textura del hueso y permiten que éste se vaya entremezclando con el recubrimiento, fijando así el implante.

Suele emplearse en pacientes con relativa buena calidad ósea.

Cuidados post cirugía

La movilidad de la articulación se inicia inmediatamente después de la cirugía para así fortalecer la musculatura y acelerar la recuperación.

La recuperación suele ser rápida. No obstante, estará en función de las características de cada paciente: su edad, la calidad del hueso, las patologías preexistentes, el procedimiento quirúrgico utilizado y el tipo de prótesis.

Durante su estadía en la clínica se instará al paciente a mover la articulación poco a poco para no perder tono muscular y acelerar la recuperación. Lo habitual es que pasado un día pueda sentarse en la cama, que al día siguiente se ponga de pie para intentar caminar por la habitación y que, al otro, sea capaz de caminar por los pasillos con muletas o un andador.

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